COLEGIO BRAVO PAEZ I.E.D
PROGRAMA DE ARTICULACIÓN CUERPO Y EDUCACIÓN
ESPACIO ACADÉMICO PRESENCIAL 3º
TEMA: COMUNICACIÓN, EXPRESIÓN Y LENGUAJE
Comunicación, expresión y lenguaje son tres conceptos que forman parte de un mismo proceso dentro de cualquier situación comunicativa.
La existencia de cualquiera de ellos se justifica por la presencia de los otros.
Para que se produzca una situación comunicativa es necesaria la existencia de algún lenguaje o forma de expresión. Estos conceptos, sin embargo, no tienen un significado idéntico.
Cuando hablamos de lenguaje, sin especificar, nos podemos referir a diversos aspectos del mismo (comprensión y expresión verbal, expresión escrita).
La expresión, sin embargo, es el producto del lenguaje en cada situación comunicativa: lo que decimos y cómo lo decimos es un proceso lingüístico interno. El lenguaje verbal es más amplio.
Cada faceta de la expresión artística, como campo expresivo amplio, dispone de su propio lenguaje expresivo.
No es sencillo saber qué es expresión y qué es lenguaje. Según la situación comunicativa pueden ser lo mismo o diferenciarse con más claridad. Ambos conceptos, en cualquier caso, forman parte de la comunicación humana, y se interrelacionan entre ellos. Podemos intentar dar una primera definición diferenciada.
Concepto | Definición |
La comunicación | Es un acto de relación humana en el que dos o más participantes intercambian un mensaje mediante un lenguaje o forma de expresión. El mensaje puede hacer referencia a informaciones, ideas, conocimientos, sentimientos, necesidades… |
La expresión | Es la manifestación concreta de uno o varios lenguajes en cada situación comunicativa. Puede tratarse de expresión verbal, gestual, artística, matemática… |
El lenguaje | Puede ser cualquier forma de expresión al servicio de la comunicación. En sentido estricto, se trata de un sistema de expresión, representación y comunicación que se apoya en un sistema de signos y reglas formalmente definido. |
La comunicación es un proceso de intercambio en el cual un emisor elabora y estructura un código (proceso de codificación) una serie de pensamientos, ideas… (Mensaje) que transmite a través de un determinado canal o medio de transmisión (lenguaje oral, escrito, de signos…) a un receptor que organiza, comprende y reestructura ese mensaje (proceso de descodificación).
Casos en los que se rompe la comunicación
Cuando alguno de los elementos de la comunicación falta, ésta se rompe. Entonces, no hay comunicación cuando:
El contexto comunicativo es el conjunto de elementos, factores y circunstancias por las que un acto comunicativo se desarrolla de una manera determinada.
Nos referimos a factores ambientales, sociales, personales, afectivos, y a todos aquellos elementos que dibujan el medio en el que se está desarrollando la comunicación (espacio, tiempo…).
A partir de este concepto, podemos matizar aún más la definición de comunicación: es un proceso básico de desarrollo humano que encuentra sus bases en la interacción social, siendo el lenguaje el instrumento y producto, a la vez que permite realizar los actos de comunicación.
El lenguaje es una forma de comunicación, que supone una intención voluntaria de manifestación no siempre presente en la comunicación. O dicho de otra manera, siempre que hay lenguaje hay comunicación pero no siempre que hay comunicación hay lenguaje. La condición imprescindible para que se produzca la comunicación es la existencia de una intención comunicativa, no la existencia del lenguaje.
COLEGIO BRAVO PAEZ I.E.D
PROGRAMA DE ARTICULACIÓN CUERPO Y EDUCACIÓN
ESPACIO ACADÉMICO PRESENCIAL 4º
TEMA: EL MOVIMIENTO COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN HUMANA.
El cuerpo como lenguaje.
La dimensión humana del cuerpo se manifiesta muy profundamente como lenguaje. El cuerpo se manifiesta en cualquier forma de lenguaje, incluso en el lenguaje del silencio. Pues, en el fondo, los distintos lenguajes no hacen sino desarrollar y especificar el lenguaje fundamental que es el propio cuerpo. En el mundo occidental, que ha favorecido mucho el lenguaje verbal -hablado y escrito- y que actualmente promueve muchísimo el lenguaje de la imagen, conviene llamar la atención sobre la riqueza y complejidad del lenguaje corporal. De no hacerlo, algunas formas lingüísticas corren el riesgo de permanecer subdesarrolladas ante la presión unilateral de la racionalidad científica y tecnológica, que utiliza lenguajes de una sola dimensión. En todos los pueblos, el rostro humano -la cara- resulta muy elocuente. Los ojos, la boca, las expresiones faciales, la desnudez del rostro, la palabra articulada, el discurso, etc. forman parte de la riqueza del lenguaje facial. La risa, el llanto, la admiración, la extrañeza, el despecho, la preocupación, el escepticismo, el dolor, la paz, la alegría... se manifiesta en el rostro sin mediar necesariamente palabra alguna pronunciada por la boca. Esta extraordinaria capacidad de expresión y comunicación se identifica de tal modo con el mismo cuerpo que la mayoría de las veces no se le presta explícitamente la más mínima atención. Entre tanta diversidad de expresiones, el lenguaje del cuerpo tiene sin embargo una matriz común: es presencia inmediata del otro. La desnudez del rostro expresa inmediatamente la presencia y, al mismo tiempo, la igualdad de todos los seres humanos. El rostro es de algún modo la manifestación del otro, su epifanía.
Para E. Levitas el rostro constituye la identidad misma de un ser [humano]. En él se manifiesta la persona sin necesidad de conceptos. La presencia sensible de este casto trozo de piel con la frente, la nariz, los ojos y la boca, no es un signo que permite remontarse a la realidad significada ni una máscara que esconde la realidad. La presencia sensible se desensibiliza aquí para dejar que aparezca directamente aquel que se refiere solamente a sí mismo, que es idéntico a sí mismo.
En este mismo sentido, A. Heschel insiste también en el carácter único del rostro humano: El ser humano no tiene solamente un cuerpo, sino también un rostro. Un rostro que no puede ser trasplantado ni cambiado. Un rostro es un mensaje, aunque muchas veces no lo sepa la propia persona. ¿Acaso no es el rostro humano una mezcla viva de misterio y significado? Todos lo vemos y nadie es capaz de describirlo. ¿No es acaso un milagro extraordinario que entre tantos centenares de millones de rostros no haya dos iguales?, ¿y que ningún rostro permanezca totalmente igual durante más de un minuto? Es la parte del cuerpo más expuesta y conocida, y también la que menos se puede describir, una encarnación de la unicidad. ¿Quién puede mirar un rostro como si fuera un lugar común?`.
La risa y el llanto son lenguajes muy primarios. Sólo el hombre ríe y llora. H. Plessner (1892-1985) analizó estas formas expresivas y subrayó que se recurre a la risa y el llanto cuando no hay ninguna otra forma de lenguaje adecuada para expresar una situación. La risa y el llanto constituyen un lenguaje muy original entre la madre y su hijo pequeño. Y como sucede con las demás formas del
Lenguaje, la risa y el llanto poseen numerosas variantes.
El lenguaje del tacto y, en concreto, las expresiones afectivas del cuerpo constituyen un lenguaje muy primario. El abrazo, el tacto, la caricia, la ternura son un lenguaje decisivo en los primeros años de la infancia. E incluso en la vida del adulto constituyen factores de equilibrio. A. Terruwe afirma: Cuando se ama a alguien es natural que se necesite tocarlo. La madre toma al niño, lo aprieta contra su corazón y lo mece. El hombre estrecha la mano de su amigo y le da una palmada cariñosa en la espalda; la muchacha camina del brazo, abraza, besa y acaricia.
Existen, pues, infinitas formas de manifestar el afecto mediante el tacto... La expresión táctil del amor es la más original de todas’. La danza, en sus diversas formas -que se renuevan en todas las culturas- representa una forma muy primaria de lenguaje. Por eso constituye un valor permanente en todas las épocas. La danza sigue siendo un lenguaje significativo incluso en las culturas contemporáneas, sobre todo como expresión de participación en un sentimiento común.
El vestido y el desnudo pertenecen también al ámbito del lenguaje. El vestido puede ser ciertamente una protección contra la intemperie, pero también expresión de la función social, de rebeldía, de conformismo, de ostentación de riqueza y muchas otras cosas. El desnudo puede expresar, a su vez, un lenguaje muy variado: signo de contestación, reclamo comercial, deseo de trasgresión, moda, etc.
El lenguaje humano no se puede reducir exclusivamente a las expresiones verbales, escritas, táctiles, etc. Se da también un lenguaje fundamental del cuerpo operativo y trabajador en el mundo. El trabajo común en una empresa común o para cubrir las necesidades de personas individuales, aunque disminuyan las expresiones verbales o corpóreas, puede ser una forma muy eficaz de reconocimiento y de amor al otro. La unidad de mente y espíritu que se puede conseguir en el camino del compromiso común es a menudo más profunda que el lenguaje oral o escrito. Más aún, se puede afirmar que la respuesta a la llamada del otro es plenamente creíble cuando pasa también por el lenguaje operativo. Lo que el hombre es y quiere ser ante los demás sólo se puede expresar de una forma muy parcial mediante la palabra verbal. La persona, para revelarse plenamente a sí misma, debe vivir y realizar su propia realidad junto a otros y en beneficio de otros. El amor auténtico incluye también una dimensión de acción y trabajo.
El cuerpo como principio de instrumentalidad.
La consecuencia de la unidad del hombre con el cuerpo es que puede actuar sobre el mundo. El cuerpo es el principio de instrumentalidad y de manipulación del mundo. Si domina las fuerzas de su cuerpo el hombre tiene ipso facto el dominio potencial de las fuerzas de la naturaleza. La mano del hombre constituye la expresión más visible y concreta de este aspecto de la condición humana. El cuerpo no es un instrumento en sentido propio y verdadero.La intervención instrumental en el mundo no tiene que ver sólo con la fuerza muscular. La utilización de instrumentos supone aprendizaje y adiestramiento. En las culturas arcaicas los niños aprenden a usar el arco, a poner lazos o a calar redes. En las culturas modernas, la juventud asiste a clase durante muchos años. La transformación del mundo no ha de verse al margen de la relación constitutiva con el otro en el mundo. El otro es un ser indigente y frágil. Es imposible reconocerlo si no se le proporciona lo necesario para vivir y realizarse. Todo esto pasa necesariamente por el cuerpo. En la cultura contemporánea el significado humano del cuerpo se muestra también cuando se donan determinados órganos para que el otro pueda salvar su vida.
El cuerpo como límite
Los aspectos positivos del cuerpo van siempre acompañados de una serie de límites reales e indiscutiblesExiste siempre una distancia entre lo que se quiere expresar y lo que el otro percibe. Por eso la expresión humana está expuesta al equívoco y al malentendido. Formular las propias ideas lleva mucho tiempo. Y mucho se requiere también para conocer a otro ser humano. El cuerpo es frágil y su capacidad de adaptación limitada. El hombre siempre puede fallar y fracasar: una distracción, un malestar, un error, un incidente... La enfermedad acecha permanentemente. El cuerpo está impregnado de- todas, las fuerzas del mundo físico y biológico. Padece hambre y sed, necesita dormir, precisa silencio, hacer ejercicio y descansar. No es infrecuente que las pasiones impulsen al hombre a hacer lo que no querría. Y, sobre todo, este cuerpo está irremisiblemente condenado a morir.
Cibergrafía: http://pochicasta.files.wordpress.com/2009/11/cuerpo-hombre1.pdf
¡Hola chicos! He subido las lecturas correspondientes al tercer y cuarto encuentro. Es conveniente llevarlas a la clase para que ésta sea más dinámica.Que pasen un feliz fin de semana ¡Un abrazo!
ResponderEliminarProfe: Evangelina